La proliferación y desarrollo de distintos tipos nuevos de proteínas son -según los expertos- el futuro del mundo, luego que la ONU emitiera un informe alertando que, para el año 2050, la población mundial superará los 10.000 millones de personas, lo que obligará a la industria alimentaria a aumentar en un 50% sus niveles actuales de producción para poder satisfacer la demanda.
En ese contexto, Chile se ha transformado en un referente para el desarrollo de nuevos tipos de proteínas, de la mano de reconocidas Fintech (en español, Tecnología Financiera) que están dando que hablar en el extranjero.
Una de ellas es Done Properly, startup que presentará en Espacio Food & Service su tercera generación de proteínas con base a hongos, cuyos atributos la caracterizan por ser más saludable y sustentable. Los visitantes podrán conocer diferentes preparaciones funghi en formato hamburguesas o símil de pechuga de pollo.
Desde la startup afirman que los atributos funghi, respecto a las otras proteínas, son relevantes por diversas razones: solo tardan horas en crecer; se produce un kilo en un cm2; utilizan 42 veces menos agua que otros productos proteicos; su impacto en la huella de carbono es 20 veces menor y solo tarda un par de horas en crecer en vez de meses, como las plantas o años como los animales.
“A la alimentación tradicional basada en animales y plantas, ahora surgen otras alternativas proteicas desarrolladas en Chile – con un explosivo crecimiento en torno a un 12% anual- y que han despertado el interés de grandes multinacionales, quienes estarán presentes en la feria”, resaltó el director comercial de Espacio Food & Service, Andrés Ilabaca.
También otro innovador del mundo alimenticio, y que estará en la exhibición, es Food for the Future (F4F), quien presentará sus líneas de harina con alto contenido proteico para animales, mascotas y aves, desarrollados con un fuerte sentido de economía circular en cada uno de sus procesos.
F4F produce insumos proteicos a través de la reproducción de larvas de Hermetia illucens -mosca soldado-, las cuales son alimentadas con residuos orgánicos obtenidos desde usos domésticos e industriales. Por ejemplo, con un kilo de huevos (larvas) se logra procesar 25 mil kilos de residuos orgánicos en diez días, lo que disminuye, potentemente, los volúmenes de desechos en los rellenos sanitarios.