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El café descafeinado alberga diversos misterios de los que pocos están al tanto. ¿Sabías por ejemplo cómo se elimina la cafeína de sus granos?

 

Existen varias curiosidades en torno al café descafeinado, una de las bebidas más consumidas del mundo. No obstante, no son muchos los que se han cuestionado su origen.

Para eliminar esa cafeína los granos son sometidos a un tratamiento de lavado, en el que a menudo se utilizan disolventes. Una vez manipulado el café con estos disolventes, se humedece de nuevo con agua para eliminar todo residuo y se seca, para seguir después el mismo proceso que con el grano de café normal.

Aunque es muy efectivo, este método no consigue eliminar el 100% de la cafeína, por lo que realmente se debe tener en cuenta que, a pesar de presentar una dosis mínima de cafeína, el café descafeinado también contiene esta sustancia. En todo caso, el café descafeinado debe presentar alrededor de 3mg de cafeína por taza para poder ser etiquetado con este distintivo, frente a los 140mg que puede llegar a presentar el café normal.

Pero del café todo se aprovecha, hasta la cafeína que es extraída en el proceso de descafeinado. Por ello, las empresas cafeteras suelen aprovechar esta sustancia y la venden a sectores de creación de bebidas y otros productos que portan este compuesto.

 

Beneficios del café descafeinado

A pesar de lo que se pueda pensar, el café descafeinado supone también una gran fuente de antioxidantes beneficiosos para nuestro cuerpo. Aunque lo cierto es que este aporte es algo menor, algo que parece ser causado por el lavado realizado en el proceso de descafeinado.

Y es que, aunque a menudo los estudios relacionados con los efectos del café se realicen sobre el café normal, se ha demostrado también que el descafeinado posee propiedades antiinflamatorias, antitumorales y antimicrobianas, contribuye a controlar la diabetes de tipo 2 y sirve para proteger las células cerebrales, ayudando a prevenir el envejecimiento neuronal y las enfermedades derivadas del mismo.

Es más, se ha demostrado que el café descafeinado provoca un menor reflujo que el generado por el café. Además, parece ser que tomar dos tazas diarias de café descafeinado puede recudir considerablemente el riesgo de sufrir cáncer de recto. En todo caso, se recomienda no superar la dosis de dos o tres tazas diarias.

 

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