Una tendencia que crece con mayor fuerza en muchos mercados latinoamericanos es la preferencia por el pan artesanal, y todo se debe a que este tipo de pan está elaborado con altos niveles de nutrientes y productos que proporcionan mayor rentabilidad en la industria panadera.
Las panaderías de esos países entonces han tenido que adoptar los procesos artesanales en la elaboración del pan debido al cambio en el gusto de los consumidores, quienes buscan opciones que contengan la mayor cantidad de fibras elaboradas a base de productos 100% naturales.
De hecho, generaciones como los millennials, han marcado cambios significativos en la preferencia de los productos artesanales, el uso de harinas integrales y la frescura por encima de aquellos que contienen conservadores y que se encuentran en los estantes de los supermercados.
La tendencia del consumo por el pan rústico no solo trae beneficios a la salud de los consumidores, sino también a la rentabilidad del negocio panadero debido a las siguientes razones:
- Permite complementar la oferta del pan tradicional.
- Permite llegar a un consumidor diferente.
- Su sabor será inigualable debido a que el pan artesanal se elabora con pocas cantidades de harina y requiere de mucha atención en su proceso.
- La conservación del pan industrial es muy limitada, se seca en poco tiempo. El pan artesanal se conserva de manera natural de 3 a 5 días.
- Y, quizá el beneficio más importante, es que la tendencia del consumo del pan artesanal por ser más digerible, sano y saludable ha permitido mantener un precio bastante rentable en estos productos.
¿Y en Chile qué ocurre?
Si bien se sabe que el pan es, sin duda, el alimento estrella de la mesa de los chilenos, se estima que en el país se consumen 96 kilos de pan per cápita al año, lo que ubica a Chile en el segundo lugar en la ingesta de ese producto a nivel mundial.
Daniela González, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, señaló en una entrevista e Emol, en noviembre pasado que, la gran diferencia entre el pan integral y el blanco no es el aporte energético, sino que la cantidad de hidratos de carbono complejos que contienen. En este sentido, el pan integral tiene mayor cantidad de fibra, que otorga saciedad y a la que se le atribuyen propiedades en el control de glicemia, en comparación al pan blanco.
Por otra parte, aclara que es un mito que mientras más larga la fecha de expiración, mejor sea el pan. La fecha de expiración no se relaciona con la calidad nutricional del pan, sino que depende netamente de la cantidad y tipo de conservantes que tiene el producto, por lo que la calidad no se vería afectada.
¿Será nuestro país parte de esta tendencia de incorporar más pan artesanal a las panaderías como beneficio para la industria y para el consumidor?
Dejamos abierta la pregunta para que los expertos sean quienes nos den su opinión.